Antoni Tàpies. 1986aprox. Litografía. Macew |
Desde el MACEW damos el adiós, mejor el hasta luego, a Antoni Tàpies
Celestino Celso Hernández
Director del MACEW
Este comienzo del año 2012 parece empeñado en congelarnos, no sólo por las bajísimas temperaturas, que ahora mismo se padecen en toda Europa, y que hasta se llegan a sentir en esta Canarias nuestra, sino también empeñado en helarnos el ánimo. A la pérdida de uno de nuestros más grandes escultores del siglo XX, en las islas, Manuel Bethencourt, se ha venido a unir, muy poco tiempo después, el fallecimiento de Antoni Tàpies, a la edad de ochenta y ocho años, pues había nacido en Barcelona el año 1923.
Desde el Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl MACEW queremos tener, en este momento de tristeza, por la pérdida del artista español vivo más internacional, un recuerdo especial a su persona y a su obra. Ahora, que hacemos memoria, debemos sentirnos orgullosos al contar con una de sus obras, una litografía de 76x56cms., incorporada a la colección del IEHC-MACEW en el año 1986. Esta incorporación fue el fruto de haber tenido el honor de contar con una muestra de Tàpies, en la sala de exposiciones del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias IEHC, el 18 de marzo de 1986, fecha en la que se presentó en Puerto de la Cruz una Exposición de la obra gráfica de Tàpies, consistente en grabados y litografías.
Para los que, en la actualidad, nos incumbe llevar los destinos del MACEW y del IEHC la figura de Antoni Tàpies, y la obra que de él podemos disfrutar en la colección, ha sido siempre una de nuestras más destacadas referencias. Tal es así que hemos reproducido la litografía de Tàpies a gran formato, para desplegarla en la fachada de la sede del MACEW, en la Casa de la Aduana de Puerto de la Cruz. Y este mismo sentido, de destacar la figura y la obra de Tàpies, en el mes de septiembre del año 2008, como reproducción seleccionada para acompañar el Programa Cultural del IEHC, le pedimos al escritor Juan Cruz Ruíz que nos hiciera un comentario de la obra, que conservamos en nuestros fondos artísticos, y que en estos momentos aprovechamos para reproducirlo y darlo a conocer más ampliamente:
Obra de Antoni Tápies en la fachada del Macew. Puerto de la Cruz |
Salir de la noche
Hay en la obra de Antoni Tàpies, siempre, un aire que evoca los contornos de una despedida. Los personajes que uno ve en ella arrastran habitualmente la sombra de la historia. En esta obra, en concreto, Tàpies parece reconstruir la pesada carga que hay detrás del mito de Sísifo, y no sé por qué pero en seguida que lo vi me acordé de Albert Camus, de su mar y de su angustia. Que el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias use esta obra como emblema de este contacto suyo con el público subraya para mí otros acontecimientos que tienen que ver con nuestro pasado. La historia sufrió entre nosotros una interrupción gravosa y melancólica; ese paréntesis fue el de una dictadura, a cuyo término los hombres y las mujeres del Puerto de la Cruz tuvieron que empezar a esculpir la piedra noble de su pasado democrático, frente a la piedra oscura de la dictadura. En ese pasado el Instituto fue un oasis, incluso un mar entero. Y este cuadro de Tàpies para mí refleja la piedra enorme que hubo sobre la historia hasta que ésta se aclaró y ahora se vislumbra el pasado sólo como un episodio, como una piedra nueva que ya está en su sitio. Ojalá que para siempre.Juan Cruz Ruiz
Obra de Antoni Tàpies reproducida en la sede del Macew. Puerto de la Cruz |
El periódico LA OPINIÓN de Santa Cruz de Tenerife nos ha solicitado que diéramos nuestras impresiones sobre Antoni Tàpies, con ocasión de haberse producido su fallecimiento, impresiones que han aparecido publicadas en la edición de este diario del martes 7 de febrero, en su página 34, de Cultura y espectáculos, con el encabezamiento de "Luto en el arte español", el título de "Nunca estuvo en Canarias" y el subtítulo "La obra del catalán está presente en las Islas, pero él tenía fobia a los aviones". Reproducimos este reportaje publicado en La Opinión:
G.R. /LA OPINIÓNEl pintor y escultor catalán Antoni Tàpies enseñó su arte por el mundo y también por Canarias a pesar de que tenía fobia a volar. Por eso, jamás pisó las Islas. Este hecho no impidió que el Archipiélago acogieran muchas exposiciones suyas desde los años setenta hasta ya entrado el siglo XXI. Parte de su obra descansa en varias colecciones privadas de Canarias y en algunos museos de las Islas. A pesar del miedo de Tàpies a volar, forjó amistad con el poeta canario Andrés Sánchez Robayna, con quién creó una especial pieza artística en 2005. El artista catalán y el poeta isleño escribieron un libro a cuatro manos, titulado Sobre una confidencia del mar griego, en el que se intercambiaron valores plásticos y literarios.
En esta obra, los signos y las huellas de la pintura de Tàpies se mezclan y se superponen con los versos de Robayna en los que asoma son su mirada poética a hechos del presente, como el 11-M.
El poeta y crítico Andrés Sánchez Robayna lamentaba ayer la pérdida del que fue su amigo. "Con la muerte de Tàpies desaparece no sólo el pintor español a mi juicio más significativo del último medio siglo sino también una de las figuras más relevantes del panorama artístico internacional", explicó.
"Estuve hace apenas unos días en Barcelona y Teresa, su esposa, me habló del delicadísimo estado en que se encontraba el pintor. Sentí mucho no volverlo a ver. En lo personal, además, pierdo a un amigo muy querido, con el que colaboré en varias ocasiones y quien echaré mucho de menos", añadió el escritor afincado en Tenerife.
Gonzalo Díaz, director de la lagunera Sala Conca, recordó ayer su complicada relación con el artista catalán. "Fue un personaje difícil, muy serio, muy seco, pero era genial oírle hablar y su obra es sensacional", cuenta el galerista. El director de la sala recuerda que Tàpies lo consideraba un enemigo acérrimo al ser él amigo del artista catalán, Josep Guinovart. En 1975 la Conca acogió una gran exposición de Antonio Saura y Tàpies, en la que trajeron muchas piezas importantes, pero él sólo posee varios grabados.
Díaz, que cenó con el autor catalán en dos ocasiones junto a un grupo de personalidades del arte, posee varios grabado suyos, uno de ellos adquirido cuando Franco metió en la cárcel a 800 personas ligadas a la cultura y, entonces, "todas las galerías de España pagamos el grabado de Tàpies que es una preciosidad grande con las barras catalanas porque era la multa para sacar a todos ellos de la cárcel".
"Hay piezas y muy buenas en la Isla, de colecciones privadas, a nivel oficial casi no existen", comenta Díaz.
En TEA Tenerife Espacio de las Artes está en depósito una importante pieza, titulada Hesychasta, de 2 metros por 1,75, realizada "con polvo de mármol, con recina, con pintura sobre la madera, con una flecha negra en medio de la pieza, una obra muy típica de él, señaló Cristóbal de la Rosa, director de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife.
En el Museo Eduardo Westerdahl de Puerto de la Cruz descansa "una obra gráfica, no es una pintura original, pero es bastante representativa de su estilo", cuenta el director del museo Celestino Hernández. Esta obra, Sin título, quedó tras una exposición en la que participó en el Instituto de Estudios Hispánicos de Puerto de la Cruz en 1986. "Tàpies es muy importante en el desarrollo del arte contemporáneo, sobre todo a nivel de España, porque le toca vivir una época de posguerra de mucha escasez cultural y su obra supone una especie de llama encendida de cara a esos trabajos vanguardistas", explica Hernández. Su obra, llena de signos, también fue un símbolo cultural para otros creadores.
El escultor Martín Chirino, que también conoció personalmente a Tàpies, destacaba ayer "su manera de utilizar la materia, fue uno de los grandes pintores matéricos de los años 50 y era muy hermoso verlo como fue consecuente con aquello en lo que creía hasta el final". Además, recuerda la buena relación que mantuvo con él. "Fue muy cordial. Lo recuerdo cuando le dieron el premio Velázquez en el Museo del Prado, que bromeaba con el tema de la edad. Siempre lo hacía".
Chirino era director del CAAM cuando este museo acogió, en 1991, la exposición monográfica del artista barcelonés La celebración de la miel. "Fue muy hermosa, una obra muy especial. Es uno de los grandísimos del arte español de los años cuarenta para acá, es un personaje de referencia para toda la contemporaneidad", dijo. Al escultor no le cabe duda de la proyección futura que tendrá este artista. "Va a quedar seguro. Su obra está en los grandess museos de España, del mundo. Es universal, eso seguro", finalizó Martín Chirino.
Para el poeta y crítico Lázaro Santana, Tàpies "significa la primera y más seria revolución abstracta en el arte español español contemporáneo. Pensando primero en su etapa de tipo surrealista, en los 50 va hacia el arte abstracto, fijándose en la materia y en los signos que se podían trazar sobre ella. Fijó el camino de la abstracción para todo el arte que vino después, para gente como Millares". Santana destaca que "su obra está muy enraizada con el espíritu catalán y fue muy fiel a su signo y su gesto. Él ha sido durante años prácticamente el único artista español con proyección europea, americana e internacional". El crítico distingue varias etapas en su trayectoria, con mayor proyección en los 50 y 60. "Es lo más interesante de su producción, aunque lo que está después tampoco es desdeñable", finaliza.
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